Se volvió a enamorar un día.

Se volvió a enamorar un día. Se le llenó de nuevo el corazón. Aunque el alma se le quedó fría, empezó a sentir ese calor. Fueron sus ojos pícaros, su sonrisa, su dolor. Fueron tantos momentos tristes que en amor transformó. Se enamoró un día, y al otro volvió, a sentir esa melancolía que con un beso llenó. Su abrazo albergó su alma, la paz le inundó, fue un momento tan sublime que de nuevo se enamoró. Dejó atrás atardeceres rotos, amaneceres sin sol, mediodías de invierno y primaveras sin color. Llenó de nuevo su camino, de notas en sol, de ritmos nuevos para bailar a otro son. Se le dibujó una sonrisa en la cara como cuando tiempo atrás no lloró. Volvió a sentirse libre, para declarar su amor. Se enamoró de su propia alma, que en otros ojos por fin vió. Se dio cuenta de que el amor más puro era su propio amor. Autora: Feli Nogales @felinogales