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Mostrando entradas de febrero, 2014

La Vida ese Hermoso Regalo

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Un hermoso regalo que tiene una duración finita. Escucha esta melodía mientras lees, seguro que te gusta. Nunca sabemos cuando se nos acabará, o cuando se nos esfumará, tantas circunstancias concurren en la vida... Y con la vida, el tiempo, ese tiempo que nos empeñamos en dejar escapar en discrepancias, en preocupaciones nimias, en sentirnos desgraciados por las cosas que nos ocurren... En sentir ira, desconcierto, odio, pesadumbre... Y no nos damos a veces cuenta que ese tiempo finito que dura nuestra finita vida, deberíamos emplearlo en sentirnos bien , en no preocuparnos más de lo necesario por los problemas, en disfrutar de todos los instantes y momentos que se nos presenten, disfrutar de cada mañana, del sol o la lluvia, del viento o la nieve, disfrutar de la compañía o de la soledad, de los problemas y las desdichas, aunque parezca dificil ya que todo es un aprendizaje, es un constante adquirir conocimientos para poder llevar/vivir esta vida en plenitud con el tiempo asi

Locura o Realidad

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-""Y cuando volvió a casa, la persona que había dejado allí... ya no era la misma... Salió de su casa dispuesto a empezar un nuevo día con mucho ánimo, pero antes se había despedido de su mujer... Su bella mujer, tranquila y de aspecto sereno, de maneras suaves y de cariño contenido que derramaba de a pocos. Pero al volver a casa, se encontró con su bella mujer, completamente cambiada... ¿Qué había pasado en ese corto intervalo de tiempo? ¿Qué le había impulsado a hacer lo que hizo, a convertirse en otra persona completamente diferente? Seguramente había sido el café de la mañana, ella siempre decía que el café la trastocaba, la ponía excéntrica, y seguramente eso era lo que había sido... Se había vuelto loca? Sin embargo ya no era posible echar atrás, ya era una realidad... Su aspecto no era el mismo, había desaparecido su larga melena, sus ondas naturales, había desaparecido aquella imagen tan madura que enmarcaba su rostro... Ahora un atisbo de niñez asoma en su mir