Evasión

¿Quién no se ha querido evadir en algún momento de su vida?
Evadirse de lo que nos rodea...


En ocasiones el cansancio me puede, y sólo me alivia trasladarme junto a una música a un lugar privado donde pueda soñar despierta, donde las emociones de una serenidad me invadan...quizás penséis que loca me hallo pero nada más lejos de la realidad...
Lo bonito de escaparse, de sentirse libre donde el viento suave acaricie tu rostro, donde el vuelo pausado de una mariposa te haga recordar lo maravillosa que es la vida, en ocasiones necesito esa paz...
La paz de un rayo de sol sobre el rostro, la quietud del silencio, el sabor dulce de un té calentito...
recorrer un camino sin rumbo...junto a esa melodía embriagadora...casi rozando la categoría de nana, que te hipnotiza y no quieres que te abandone nunca...

Nana, nana, nana... suena la celestial música de la naturaleza en un liviano paseo al atardecer.
Me pierdo, mentalmente me cobijo en esa sensación de inmersión en algo más grande que yo misma, sentirme pequeña e imprescindible, sobre todo para los que de corazón me quieren.
Para el resto ni lo sé, ni me importa, hace tiempo que decidí que lo más importante en mi vida sería los que me quieren y aprecian, porque de ellos será una parte de mi corazoncito.

Vuelvo a mi paseo, rozando las plantas con las palmas de las manos, observo como las golondrinas revolotean en las alturas a mi alrededor... me encanta ver las golondrinas, el verano está aquí, aunque semi escondido tras la cola de la primavera... el verano...

Tantos veranos a las espaldas, en el recuerdo son como una caja de pandora, que si la intentas abrir, todos esos recuerdos quieren apoderarse de ti y volver a ser rememorados una y otra vez; Pero hoy estoy aquí para seguir adelante y no estancarme, para proseguir en la culminación de un año más.





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